Apenas hay conciencia de pecado en nuestra sociedad. Sin embargo, los conocidos como capitales existen como siempre. Anoto dos muy evidentes en Mourinho: Ira y soberbia. Pero no sólo peca el entrenador del Real Madrid. Hay otros que también lo hacen y no reciben en mismo juicio ni la misma sentencia. El portugués cayó en la trampa de la ira con Tito Vilanova al 'agredirle' en el Camp Nou. Y se dejó llevar por la soberbia poco después en la sala de prensa de Barcelona y mucho después, ya en frío, al pedir un perdón selectivo, que es como no hacerlo.
Si hace un examen de conciencia, porque el portugués tiene conciencia y, además, delicada, se dará cuenta que cambiar humildad por soberbia y paciencia por ira es mejor para caminar por la vida. Y, además, da ejemplo a los niños.
Pero es cierto que la vara de juzgar los hechos de Mourinho es una vara injusta. No tenemos equidad a la hora de medir las cosas de José y las de otros. No se hizo con Quique Flores cuando se fue a buscar a Luis García, del Espanyol, para agarrarle. No con Guardiola cuando, chulesco, dejó caer el balón que le pedía Cristiano. Hay más ejemplos que ponen en la casilla del periodismo un titular: injusticia y falta de equidad.
Si lo de otros lo hace Mourinho, qué diríamos?. No es malo hacer autocrítica. Pero también la prensa y los aficionados.
Fuente: Marca
Escrito por: Paco G. Caridad
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